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HISTORIA
María Regina
Hola yo soy Karina, mamá de Jancarlo, Leonardo y de mi bebé mariposa 🦋 María Regina.
Maria Regina fue una bebé súper deseada, esperada, soñada y por su puesto planeada. Al principio de mi embarazo todo iba “bien”, más yo me sentía extraña. No quería salir, no quería socializar, no quería hacer nada, solo quería estar en casa con mi esposo e hijos. Yo le echaba la culpa a que era mi tercer embarazo, el cansancio y que por esa razón me sentía así. Ahora entiendo que era mi cuerpo el que me decía que no iban bien las cosas.
A las 13 SDG acudimos a realizarnos el eco genético, recuerdo perfecto que antes de entrar a la cita yo estaba muy nerviosa y se me empezaron a salir las lágrimas de la nada, solo recuerdo que mi esposo me decía: “Tranquila, todo va a estar bien”.
Entramos al eco y el doctor comenzó a explicarnos lo que veía y relativamente todo se veía bien, excepto un medida de su translucencia nucal, estaba fuera de rango. Lo primero que me dijo el doctor es que posiblemente mi hija podría tener Trisomia 21 - Síndrome de Down, que para confirmarlo había 2 opciones. La primera, un estudio de sangre que tardaba 15 días en llegar y que era 99% segura y la segunda era realizar una amniocentesis, pero que teníamos el 1% de perder el bebé. Sin dudarlo pensamos en la primera opción porque no queríamos poner en riesgo a nuestro bebé.
Al día siguiente del eco, llegó a que me realicen dicha prueba y comencé a vivir los peores 14 días de mi vida, esa incertidumbre de no saber que estaba pasando con mi hija hizo que noches enteras no durmiera, no comía, no reaccionaba, quería estar llorando todo el tiempo, no podía cuidar a mis hijos, no podía valerme por mi misma y conocí la famosa ansiedad, que hasta el día de hoy me sigue acompañando.
El 14 de febrero del 2023, llega el resultado, el doctor nos pide que lo visitemos en su consultorio porque quería platicar con nosotros, sin aún hablar con él, en ese momento confirme que algo no estaba bien. Llegamos y recuerdo perfecto que nos dijo: “No era el resultado que esperábamos” su bebé tiene trisomia 18 y no es compatible con la vida, de nueva cuenta teníamos 2 opciones, seguir con el embarazo hasta donde ella lo permitiera o interrumpir el embarazo. En ese mismo momento le dije, si ya sácamela, sédame, duérmeme, haz lo que tengas que hacer, pero que ya se acabe este dolor, ilusamente pensando que con eso se acabaría todo. Recuerdo que me decía tranquila, no puedes tomar una decisión así en el estado en el que te encuentras, pero yo en ese momento estaba tan decidida que lo iba a hacer que hasta pregunté como sería el procedimiento, a lo que me explica que me tendría que tomar una pastilla para detener el corazón de María Regina y hacer un legrado.
Si tomaba la decisión de tomarme la pastilla, me imaginaba a mi hija retorciéndose del dolor dentro de mi vientre, ya que prácticamente yo era quien estaba acabando con su vida, gracias a Dios no lo hice. No niego que fue muy difícil llevar un embarazo sabiendo que tu hija se iba a ir, pero definitivamente lo volvería a hacer. Tengo una paz que nada, ni nadie me puede quitar.
Ya con un diagnóstico todo era más claro, ya sabíamos lo que iba a pasar y nos preparamos para eso. En la última etapa de mi embarazo mi esposo yo nos acercamos con una tanatóloga para que nos ayudara a que fuera más llevadera la situación que como papás estábamos pasando. El objetivo de ir con una especialista, era quedarnos con los menos hubieras posibles. Y así fue… durante las terapias había situaciones bien difíciles que como papás teníamos que hacer, decidir si la queríamos cremar o enterrar, separar los servicios funerarios, comprarle 1 o 2 cambios de ropa nada más, despedirnos de ella aun estando con vida.
Aún queriendo tener el control de las cosas, elegí el día 7 de julio para que naciera, ella de nuevo me da la lección que no es cuando mamá quiera, es cuando Dios y ella quisieran y así fue. María Regina llegó a este mundo el Lunes 3 de julio del 2023, la disfrutamos enormemente por 1 hora y 21 minutos. Pudimos cargarla, besarla, olerla, cantarle, conocer cada parte de su cuerpo y decirle lo mucho que la amamos.
Al final de la cirugía, le piden a mi esposo que tome a la bebé ya que estaban con los últimos detalles de la cesárea, durante ese tiempo ella estuvo con su papá, cuando terminan la cesárea inmediatamente me pasan al cuarto de recuperación, era el cuarto de enseguida del quirófano, en ese pequeñito tramito yo solo escucho a mi esposo decirme, te la quiero poner en tus brazos, me la pone en mis brazos y en menos de 1 minuto su corazón dejó de latir. Yo solo puedo pensar que espero a mamá para sentirse tranquila y poder irse, estuvimos juntitas más de 2 horas así. Fuera de lo difícil y doloroso que estaba siendo para mi ese momento, sentía mucha mucha paz, lo había dado todo, llegue hasta donde ella me lo permitió.
María Regina a marcado y seguirá marcando nuestras vidas para siempre, seguiremos recordándola y honrandola desde el cielo.